LAE. Gustavo Filobello Niño

FILOMEDIOS

El pasado domingo fue electo Javier Milei como Presidente de Argentina.
El se auto proclama como un liberal y radical extremo, privatizador de todo, salud, educación, carreteras, petróleo, todo. Enemigo de lo que llama la “vieja Casta Politica”, que vive con lujos que contrasta con la pobreza del pueblo argentino.

Ganó por más de 10 punto sobre Sergio Massa, el candidato oficialista de esa clase política de izquierda, nada más y nada menos que el actual Ministro de economía.

Este triunfo no es poca cosa.
Allá y por más de 20 años, a los argentinos los venían gobernando una élite de políticos zurdos que tenían como plataforma política/electoral los programas sociales masivos, los subsidios, los empleos burocráticos incluidas familias completas en las nóminas estatales.

Allá tienen una terrible inflación del 142%, los precios han subido un 120%, el porcentaje más alto de América Latina después de Venezuela y por ejemplo, un mango cuesta 459 pesos argentinos, que equivalen a 39 pesos mexicanos. Al peso Argentino nadie lo quiere y en cambio buscan tener dólares del mercado negro, el Dólar Blue. Pero lo que más le duele al orgullo argentino, es la migración de sus jóvenes mejor calificados a Europa o Estados Unidos.

Más allá de coincidir o no con las propuestas de Milei, hay que tomar 2 lecciones argentinas:

La primera, la soberbia en los políticos.

Los políticos oficialistas argentinos fueron soberbios y sobrados, daban por seguro su triunfo, era para ellos un trámite más y estaban confiados en sus programas sociales y sus “bases sociales de votantes”. Y fue tál su soberbia que como señalé, nominaron al Secretario de Economía de un país quebrado.

La segunda lección: en política ningún candidato es pequeño y menospreciable

A Milei no lo vieron venir. Era un candidato al que llamaban Loco y lo descuidaron. Estaban más preocupados en repartirse los huesos futuros que en ver la rabia del pueblo. Y Milei se les coló por donde nadie pudo pararlo: Por el orgullo rasgado del argentino, les habló en su idioma, hizo de su campaña un partido de fut bol y le declaró la guerra los políticos tradicionales.

Aquí en México las precampañas ya iniciaron.

Y como las veo, en Morena están pecado de sobrados por que según las encuestas ya tienen el triunfo en la bolsa.

Los del Frente Opositor dicen ser diferentes pero están desunidos y solo piensan subirse para ganar una diputación o senaduría.

Y los Naranjas están confiados en su campaña de tele novela digna del canal de las estrellas, similar a lo que ya vivimos hace un sexenio.

Ya veremos quiénes de ellos se convierten en los Milei’s ganadores o los Massa perdedores de Argentina

O Usted que opina?