El irlandés (Análisis Cinematográfico)

Israel Pérez Rivera

Xalapa, Ver., 20 de enero 2020; Estamos a un par de semanas a que se realicen los premios Oscar, donde figura la película “The Irishman” también conocida como “El irlandés” dirigida por Martin Scorsese quien antes de ser nominado a lo mejor de la academia levantó mucho revuelo debido a los comentarios sobre Marvel y la situación artística actual del cine. Entrando de lleno al filme el cineasta dejaver que el eje central de esta historia es la decadencia.
En esta nueva incursión de Scorsese representa su regreso al género de gánster adaptando la obra “I Heard You Paint Houses: Frank ‘The Irishman’ Sheeran and Closing the Case on Jimmy Hoffa” de Charles Brandt, esta literatura es un trabajo no-ficción que presenta la vida de Francis Joseph Sheeran(Robert De Niro) un veterano de guerra, el cual se dedica a ser camionero y asesino para la mafia quien confiesa los crímenes cometidos bajo el mandato de la familia Bufalino, una organización criminal del noreste de Pensilvania entre los que también formaba parte el sindicalista Jimmy Hoffa (Al Pacino).


Esta historia criminal aún no está clara del todo así que Charles Brandt, Martin Scorsese y Steven Zaillian ganador del Oscar por “La Lista de Schindler” en 1993 iniciaron el proyecto al cual nombraron “El irlandés”.
La película inicia en una casa de retiro con un viejo Frank Sheeran quien es interpretado por Robert De Niro, recordando sus pasajes de asesino, sumergiendo al espectador en sus acciones como criminal relatando su historia y las cosas que tuvo que hacer por mandatos, llegando al grado de asesinar a uno de sus mejores amigos.
La narrativa nos posiciona en la década de los cincuenta en el norte de Pennsylvania, lugar donde el protagonista conoce a Russell Bufalino encarnado por Joe Pesci, sin tener conocimiento algún sobre su identidad y su carrera como uno de los hombres más grande del crimen organizado a nivel local. Tras errores de Frank Sheeran como transportista de carne este comienza a trabajar para Russell “Pintando casas” forma con la que se conoce al trabajo de asesino a sueldo, ganando la confianza de la organización este se convierte en el compañero y guardaespaldas de Jimmy Hoffa.


Situación que vincula al líder sindical con la familia Bufalino, quienes lo respaldan económicamente y resguardan ante sus rivales sindicales como Anthony “Tony Pro” Provenzano (Stephen Graham), con el paso del tiempo Jimmy Hoffa y Frank Sheeran se convierten en buenos amigos siendo Frank la pieza intermediaria entre los intereses de Hoffa y la mafia de los bufalinos.
La historia puede ser desconocida para muchos y más para las generaciones modernas, sin embargo Martin Scorsese logra darle forma e implantar ese toque de suspenso para sentir que las diferentes secuencias poseen sus climax y desenlaces. Si bien es una historia de gansters y mafiosos, la violencia no es protagonista, esta suele estar en primera instancia, juega el rol de compañera en una historia bien contada, desde el inicio teniendo un narrador como lo es el protagonista puntualizando cada momento de la vida de Frank Sheeran aunado al carismático personaje de Al Pacino que a todos cae bien.


El actor Joe Pesci regresó a la actuación en este filme pues el histrión se encontraba retirado desde su participación en “Love Ranch” de 2010, su retorno implicó uno de sus mejores trabajos, la historia le permite reflejar toda su experiencia ante el paso del tiempo.
Durante tres horas y media, Martin Scorsese presenta una narrativa compleja y profunda en cada de una de sus secuencias reflejando el lado artístico que se ha perdido en Hollywood debido a películas Blockbuster. “El irlandés” es visión pura de su cineasta, muestra cátedra de un trabajo comprometido, sin dejar de ser una súper producción ya que contó con un presupuesto de 140 millones de dólares, dinero que ningún estudio grande financió, terminando en el sistema de streaming, Netflix.
La construcción del clímax, la narrativa y el seguimiento de personajes durante el largometraje hace que las tres horas y media, no sientan pesadas. Algo que sin duda permite representar una historia con el paso de tiempo sin tener que apresurar nada dejando una línea histórica fluida.
La tecnología de rejuvenecimiento es usada de manera sutil pero en una escena donde el personaje de Robert De Niro golpea al encargado de una tienda se nota que la edad real del actor, pues la pelea se torna lenta. Junto a este error se puede unir la poca participación femenina en la cinta, lo cual puede contar como un punto endeble ya que la relación de Frank Sheeran con sus hijas se torna en un segundo plano durante una gran parte de la narrativa.
Este largometraje es un trabajo demasiado pensado por el realizador, siendo considero por muchos el mejor trabajo de en la última década de Martin Scorsese, solo el tiempo dirá si se transforma en un hito del cine moderno.

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