CARPE DIEM por Manolo Victorio

Hacha sin anestesia

Se diluye la segunda semana del sexenio naciente.

Los nueve días de la incipiente administración encabezada por la ingeniera Norma Rocío Nahle García, estuvieron plagados de batacazos de vuelta entera, con anuncios sumados a la acción inmediata de un estado donde resurgirá la gobernabilidad, como ha remachado la titular del ejecutivo.

En términos de entendimiento general, en apego a la lógica popular, nada se mueve en el estado veracruzano si no lleva la bendición o el «V.º B.º». de la gobernadora y a quien ceda a la tentación de jugarle al vivo, le caerá la guadaña del destierro sobre la testa.

La política del hacha sin anestesia empieza a cobrar forma desde las primeras decisiones tomadas en una visión de la gobernanza omnipotente, omnividente y omnipresente.

Aquí no hay curva de aprendizaje, los yerros se corrigen con el andar de la carreta, se hace realidad lo prometido de construir en seis años lo que se proyecta en dos sexenios.

Y en esta especie de cabañuelas tempraneras como método de predicción política del tiempo, la primera semana fue redonda.

El arranque de la segunda semana, la realidad saltó como una bestia del inframundo político para exhibir la frágil línea de la gobernabilidad y la violencia, en el trágico ejemplo del diputado verde Benito Aguas Atlahua, quien fue atacado a balazos en Zongolica, el municipio que gobernó del desde el 2021 antes de solicitar licencia para ocupar una curul en la legislatura 66 a nivel federal.

Esta realidad veracruzana tuvo que ser capoteada por el número dos en el organigrama estatal, Ricardo Ahued Barhauil, quien ha tenido que sacar las papas del rescoldo antes de cobrar su primera quincena como titular de la Secretaria de Gobierno, bajo la conseja política del quehacer gubernamental anclado en que no se ha establecido un móvil político en el asesinato del legislador federal.

Javier Herrera Borunda, pastor de los legisladores verdes veracruzanos en San Lázaro, habló del asesinato de su compañero de bancada y partido, dijo que fueron 4 horas las que su compañero Benito Aguas Atlahua, de 45 años, agonizó en el hospital tras recibir al menos dos balazos en la localidad de Tepenacaxtla, municipio de Zongolica.

El hijo del ex gobernador Fidel Herrera Beltrán mantiene la esperanza que el móvil no sea un tema relacionado a la actividad política de Benito Aguas y el contexto de la renovación de las 212 alcaldías de Veracruz en 2025, según nota de Fernanda Malpica, reportera de La Silla Rota Veracruz.

“… Desde ese momento (fallecimiento) la gobernadora (Rocío Nahle) se comprometió con nosotros a actuar con toda la fuerza de la ley”, declaró Javier Herrera Borunda.

Más allá de la coincidencia en la visión de Ricardo Ahued y Javier Herrera, quienes confían, en un acto de fe, más que de investigación ministerial, que este asesinato de uno de los 500 tribunos de la nación no sea el móvil político, es evidente que alguien ordenó su asesinato.

La noticia del homicidio doloso perpetrado en la persona del diputado verde Benito Aguas Atlahua, ha trompicado el buen arranque del sexenio de Rocío Nahle, quien ha maniobrado con pericia política para que el crimen sea investigado por la Fiscalía General de la República.

En este Veracruz profundo emerge una realidad que pretende boicotear el buen arranque sexenal. Ojalá que sean solamente barruntos de tormenta que se aplaquen con la gobernabilidad sustentada en el imperio de la violencia institucional y la aplicación de la letra de la ley.

Quien la haga, que la pague.

Sería una maniobra suicida proyectar tropiezos en la gobernabilidad del estado. Conviene a todos, sobre todo a los veracruzanos de a pie, que la gobernadora Rocío Nahle García tenga éxito en las acciones del gobierno.

Si le va bien a la gobernadora, nos irá bien a todos.

… de otro costal.

El maestro Esteban Bautista Hernández sabe bordar fino, es partidario del aforismo aquel que reza que la política es como partir un pastel y que cada uno de los convidados al ágape crea firmemente que se llevó la mejor rebanada.

El presidente de la Junta de Coordinación Política de la sesenta y siete legislatura veracruzana echó por tierra esa leyenda urbana construida al calor de la campaña electoral sobre expulsar del paraíso de los convenios publicitarios a todo aquel que no comulgara con el ideario de la cuatrote.

En la compartición del pan y la sal, sentados los columnistas receptores de noticias tronantes como la nueva denuncia pública en contra de la empresa “Publicontenidos Kapitel”, que en 2020 le vendió 50 tabletas a la legislatura por casi siete millones de pesos.

Cada tableta, instalada en las 50 curules de las y los legisladores costó la friolera de 140 mil pesos, bajo el argumento que fueron reseteadas con un software especial que auxilia a los diputados y diputadas a pensar mejor sus decisiones a la hora de oprimir el botón verde, rojo, o blanco según consigna partidista, convicción ideológica o flema momentánea en una votación del pleno.

Lo platicado al calor de las copas de Martinelli’s un jugo de manzana espumoso que no contiene alcohol, al grupo de columnistas se convirtió ya en nota principal de los portales informativo y medios de comunicación tradicionales, habida cuenta de la respuesta de Juan Javier Gómez Cazarín, quien dijo que el abajo firmante en este contrato millonario de las tabletas inteligentes, fue Domingo Bahena Corbalá, quien repitió como secretario del Congreso.

Volviendo al ágape del presidente de la JUCOPO, los buenos deseos decembrinos del profesor rural de Tatahuicapan, funcionaron a la perfección, desmitificando las leyendas respecto a los premios y castigos en esta administración.

En la grilla del Palacio de la avenida Encanto, nada es lo que parece.

En esta elástica democracia legislativa caben todos, tirios y troyanos, gobernantes y gobernados, generales y degenerados, dijera Cabral.

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