Breaking In (Análisis Cinematográfico)

Cuadro por cuadro Israel Pérez Rivera

Xalapa, Ver., Breaking In también conocida como Asalto en la noche en España e Instinto incontenible en Latinoamérica es una película de suspenso protagonizada por Gabrielle Union y dirigida por James McTeigue.

La narrativa de este filme es escrita por el guionista Ryan Engle, basada en la historia original de Jaime Primak Sullivan, quien nos presenta al protagonista llevando a sus hijos a pasar un fin de semana en la casa de su difunto padre, localizada a las afueras de la ciudad, sin embargo, un grupo de criminales irrumpen en la vivienda en busca de dinero, por lo cual tiene que luchar por salvar a su familia.

En la silla del director, encontramos al cineasta australiano James McTeigue quien es conocido por la adaptación cinematográfica de la novela de Alan Moore V for Vendetta, además, se desempeño como asistente de dirección en la trilogía de Matrix.

Mientras que Gabrielle Union protagonista y productora de este filme de 88 minutos formo parte de películas como 10 Razones para odiarte y Bad Boy II. Por su parte, el antagonista es encarnado por el histrión Billy Burke que dio inicio su carrera fílmica en 1991 dentro de la cinta To Cross the Rubicon.

El también australiano Johnny Klimek es el encargado de musicalizar las escenas de tensión, por su parte, la fotografía fue supervisada por Toby Oliver y el montaje Joseph Jett Sally.

Retomando la idea principal, la película nos muestra lo endeble que puede ser una familia ante una situación de emergencia, algo normal si consideramos el realismo.

Aunque, es ambiciosa en contarnos una historia donde una mujer es la heroína, peca de errores momentáneos donde la situación o guion ayuda demasiado a la protagonista, restando credibilidad a la hazaña planteada desde el inicio.

Breaking In es novedosa en cuestión de mezclar el suspenso y tintes de acción otorgando de paso protagonismo femenino, algo años atrás era impensable porque el género estaba lleno de historias centradas en hombres de acción.

Un punto fuerte es el vínculo que puede generar la protagonista con los espectadores pues, al ser una madre que lucha por salvar a sus hijos hace que los observadores sientan empatía y hagan catarsis con la resolución del tercer acto.

El esquematismo argumental y la construcción de personajes se basan solo en la cercanía que pueden sentir los observantes, sin embargo, no es algo que perjudique a la cinta, al contrario genera emoción de saber cómo concluirá todo.

Si bien, Breaking In no es una película que cambia la forma de hacer cine se puede considerar como un pequeño peldaño rumbo a la igualdad en las historias del séptimo arte.

Hay que recalcar que las productoras Will Packer Productions y Practical Pictures realizaron este proyecto con un presupuesto de 6 millones de dólares y obteniendo más de 51 millones de dólares, siendo considerado un éxito comercial distribuido por Universal Pictures, que suele pasar por debajo de los radares de los espectadores. Un éxito sin corona ni comparsa pero cumplidor.

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