Atinada decisión del gabinete de seguridad para evitar la muerte de inocentes
Lic. Felipe Mendiola Parra
Xalapa, Ver., 18 de octubre de 2019.- De no haber tomado esa decisión el gabinete de seguridad, el pueblo de Culiacán habría sido rehén del crimen organizado y hoy estaríamos lamentando la muerte de algunas personas inocentes por la demora de las autoridades.
Me queda claro que se han desatado muchas versiones acerca de lo que sucedió con la detención del hijo del chapo Guzmán, Ovidio de 29 años y que desató una fuerte balacera en el centro de la capital de Sinaloa.
Quienes han estado en contra del presidente Andrés Manuel López obrador desde que era candidato, seguramente están haciendo escarnio de lo que ahí sucedió, pero de no haber aprobado esa decisión hoy estaríamos peor, entonces solo es cuestión de valorar las dos posiciones.
La frase que hoy por la mañana pronunció López Obrador fue contundente, “No puede valer más la detención de un delincuente que la vida de varias personas”.
Han aparecido muchos “expertos” en seguridad y cada uno da su opinión que también es muy respetable pero lo mismo sucede cuando vemos un partido de futbol, todos criticamos una mala jugada, pero no es lo mismo estar en la comodidad de la sala de su casa que estar en la cancha, todo se vuelve distinto.
Lo que no puedo dejar de reconocer es el valor de los soldados y todos los que participaron con coraje en la detención de ese joven, ellos arriesgaron su vida, pero finalmente tienen que acatar las órdenes de sus superiores.
Tiene un costo político esa decisión, pero seguramente es mejor que ver esos ataúdes como los hemos visto con esas acciones del crimen organizado que nada los detiene y que sin ser provocados han disparado a inocentes como sucedió en Mintitlán y en Coatzacoalcos recientemente.
Saldrán más versiones, pero solo es cuestión de ver con amor a este país para darnos cuenta que nos ha rebasado la delincuencia y que esos grupos no se formaron el mes pasado, que son células del crimen organizado desde hace muchos años, que crecieron con poder económico, con armamento y seguramente con tácticas para defender sus territorios.
Hace 30 años veíamos esas escenas en Colombia, se vio el poder de esos grupos y ahora los tenemos en México, pero todo nace de la corrupción de los gobiernos que se hicieron de la vista gorda para que se posicionaran y se atrevan a competir con las fuerzas armadas.
Insisto, mi reconocimiento para las fuerzas armadas que lo único que hacen es arriesgar todo por el pueblo de México sin andar en campaña política o pretender algún beneficio, solo es amor por la patria. Más claro ni el agua.