MÉXICO Y ECUADOR, MAL PRECEDENTE por Gustavo Filobello Niño
LAE. Gustavo Filobello Niño
Filomedios
10 de abril del 2024
Como vimos el fin de semana, invadieron la Embajada de nuestro país en Ecuador. Al menos 11 policías de élite portando armas largas, escudos antimotines y toletes brincaron la reja y barda perimetral, a punta de marrazos rompieron la puerta principal y por oponerse al allanamiento, golpearon al jefe diplomático mexicano que ahí estaba; todo esto por qué México, por órdenes presidenciales, tuvo como huésped y le otorgó asilo político, un día antes de la irrupción a Jorge Glas, ex vice presidente de ese país, acusado de corrupción y de vinculación con la delincuencia organizada. Fueron imágenes de una película hollywoodense.
Más allá de estar o no de acuerdo con las opiniones del Presidente López Obrador en temas políticos internos de ese país y a la decisión mexicana de otorgar asilo al señor Glas, yo alerto sobre la gravedad del hecho en términos de derecho internacional y sobre todo, de nuestra seguridad nacional.
Las primeras consecuencias fueron la ruptura de relaciones diplomáticas con Ecuador. Para contextualizar el alcance de esta medida, México solo había roto relaciones en 3 momentos de la historia reciente: con las dictaduras de Franco, en España, de Augusto Pinochet, en Chile y de Anastasio Somoza, en Nicaragua, y ahora por cuarta vez, con el gobierno democrático de Daniel Noboa, Presidente de Ecuador.
La segunda consecuencia podrían ser afectaciones económicas a gran escala. México es quien más invierte en Ecuador. Solo entre 2008 y el 2017, invirtió 1.5 mil millones de dólares, el 21,3% de la inversión extranjera en aquel país. Atrás de México, están Holanda, Canadá, China y España. Las empresas mexicanas que tienen allá inversiones son, entre otras Grupo Carso con América Móvil, FEMSA, Bimbo y Omnilife. Y solo para dejar en claro el peso de México en aquella economía, desde aquí se exportan automóviles nuevos que se venden en Ecuador, que por cierto, salen del Puerto de Veracruz.
Pero la tercera consecuencia es dejar precedente de nuestra debilidad. Esta invasión a la embajada es muy grave. Si la dejamos pasar sin respuestas enérgicas, no solo comerciales y políticas, estaremos dejando el terrible precedente para que cualquiera con un fusil y algún pretexto político, pueda invadir una de nuestras embajadas y que para el derecho internacional son una parte de México; de que cualquiera pueda golpear a nuestro personal diplomático, sin temor a consecuencias de nada ni de nadie local, menos de la leyes internacionales.
El mexicano Benito Juárez, guía del Derecho Internacional con su célebre posición de “El Respeto al Derecho ajeno es la Paz” debe ser ejemplo a seguir y dejar de meternos en asunto político internos de otros países.
Pero ante este asalto policiaco y si no hay consecuencias severas para el agresor, estaremos dejando la puerta abierta para que se vuelva a repetir.
O usted cree que los policías ecuatorianos hubieran hecho lo mismo si el refugiado en lugar de la Mexicana, hubiera estado dentro de la Embajada de Estados Unidos?
No lo creo.
O usted que opina?