Estamos en la antesala de las elecciones y todavía vamos lentos

Más claro… Por Felipe Mendiola Parra

Xalapa, Ver., A estas alturas, cuando sabemos que las elecciones se llevarán a cabo el 6 de junio, que solo tendrán un mes de campaña los candidatos a las alcaldías y las diputaciones federales, pues sigue habiendo solamente especulación, acerca de las personas que podrían participar por esos cargos en la contienda.

Dijo ayer en su homilía, el Arzobispo de la Arquidiócesis de Xalapa, Hipólito Reyes Larios, que los ciudadanos conozcan a los candidatos y candidatas, pues serán los representantes que llevarán a la población la confianza, seguridad y paz.

También dijo que “no hay que estar vendiendo el voto, sino votar por quien tengamos la convicción que será la persona más adecuada, la mejor para el cargo”.

Va a ser muy corto el tiempo como para posicionar a una persona que, busque la oportunidad de convertirse en diputado local o alcalde de su municipio y si es verdad que tenemos todos que votar, pues se hará ese ejercicio de manera aleatoria, es decir, sobre el que aparezca en esa boleta enmarcado por algunos colores.

¿Por qué no se ha mejorado ese proceso?

¿Por qué los diputados federales no contemplaron ese retraso en la democracia mexicana?

Tal vez algunos de los que participarán ya son conocidos y también es posible que gocen de buena fama, pero algunos de esos mismos no tienen ganada esa posición favorable, lo que podría ser perjudicial para obtener el triunfo.

Son contados los casos donde los aspirantes son bien vistos, incluso, donde la gente quedaría satisfecha de que llegue al que estaban esperando y evitar el día de las elecciones esos vicios que son fomentados por esos que se dicen “operadores políticos” y se cargan los fajos de billetes de los cuales generalmente reparten la mitad.

En fin, estamos en la antesala de lo que será la definición que marcará el rumbo de nuestros municipios y por supuesto de nuestro estado y país. Vamos a cumplir con nuestro voto y llevar la fiesta en paz. Más claro ni el agua.

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