Un príncipe en Nueva York 2 (Análisis Cinematográfico)
Cuadro por cuadro Israel Pérez Rivera
Xalapa, Ver., Coming 2 America también conocida como Un príncipe en Nueva York 2 en Latinoamérica y El rey de Zamunda en España es una secuela directa de la comedia de 1988 protagonizada por Eddie Murphy y Arsenio Hall.
Esta película retoma los hechos de la primera visita del príncipe de Zamunda, Akeem Joffer a Nueva York, pues el personaje de Eddie Murphy se entera de que tuvo un hijo fuera del matrimonio en una de sus primeras aventuras en Queens.
Por lo que lo necesita para realizar un matrimonio pactado entre Zamunda y una nación vecina para evitar conflictos bélicos entre los que está la muerte del ahora rey de Zamunda.
La trama de este filme sabe como empatar con los 33 años que separan las dos películas, siendo un acierto traer de regreso a los guionistas de la película original David Sheffield y Barry W. Blaustein.
Además, se retoma el elenco original donde encontramos actores como Arsenio Hall, Shari Headley, John Amos, James Earl Jones y Vanessa Bell Calloway. Aunando a este reparto se unen los intérpretes Jermaine Fowler, Leslie Jones, Tracy Morgan y Wesley Snipes.
Los 110 minutos de duración presenta un hilo conductor basado en romper las tradiciones punto que hizo que la primera cinta sobresaliera entre las comedias de su época, bajo ese punto argumental los espectadores tendrá que ver la precuela para entender las evoluciones y retrocesos de los personajes pilares de esta franquicia liderada por Eddie Murphy.
La ruptura de tradiciones se ve refleja en las políticas de Zamunda donde no puede heredar el trono una mujer por lo que Akeem necesita un hijo varón a pesar de ser bastardo para mantener una costumbre de larga historia.
El viaje de esta franquicia se basa en descubrir una identidad, aquí vemos como Akeem se ha traicionado a sí mismo cayendo en lo conservador que son las normas de su reino, con esto el personaje Eddie Murphy y Jermaine Fowler crecen de manera simbiótica en sus roles.
En ese crecimiento mutuo se restablece la naturaleza olvidada del príncipe ahora rey, aunque el primer acto del largometraje demora en arrancar con el pasar de los minutos va enfocando a sus espectadores al mensaje principal.
Un punto que se debe tomar en cuenta es el presupuesto de esta secuela, ya que la primera tuvo 39 millones de dólares a 60 millones, esto hizo que las secuencias mejoran su orquestación. Este apartado encabezado por Jermaine Stegall hizo homenajes a Prince y Salt-N-Pepper.
El arraigo de la cultura afroamericana permite hacer conciencia sobre temas como la discriminación malestar que sigue presente en la sociedad de occidente, además de rayar en algunos chistes políticamente incorrectos esto para reírse de sí mismos.
Un príncipe en Nueva York 2, es una película que no llega a renovar el género de comedia en la industria, pero retoma una historia que contiene vértices que fundamentan un mensaje positivo con un humor completamente familiar que hace honor a su antecesora cumpliendo con la meta de entretener.
