1917 (Análisis Cinematográfico)

Cuadro por cuadro Israel Pérez Rivera

Xalapa, Ver., 11 de febrero 2020; El director Sam Mendes alcanzó el éxito en 1999 con la cinta “American Beauty”, con la cual obtuvo cinco premios Óscar tras varios trabajos cinematográficos, el director británico presenta una nueva propuesta fílmica en su largometraje “1917” con temática bélica.
Esta película se centra en las historias de guerra que el abuelo del cineasta le contaba, este trabajo se puede describir como planteamiento con un desarrollo brillante de un género muy utilizado dentro del cine.
La narrativa del director debutó con su primer guion, lo cual le da su sencillez a la hora de desarrollar personajes, historias y motivaciones, equilibrando esta situación con la experiencia inmersiva que te lleva hasta las trincheras. Existe un movimiento natural entre los personajes y la cámara, llevando una excelso plano secuencia en exteriores.
El área de fotografía a cargo de Roger Deakins, juega un rol importante ya que este cuenta con 13 nominaciones a los Óscars, por filmes como “Fargo”, “Prisioneros”, “El hombre que nunca estuvo allí”, “Cadena Perpetua” y “Blade Runner 2049”.
El apartado musical no se queda fuera cuando se habla de un buen complemento para cualquier cinta, si la película te sumerge en las secuencias bélicas, la música estimula esa sensación de bajo la batuta de Thomas Newman, colaborador habitual de Sam Mendes. El diseño de producción, la dirección artística y la labor de documentación para acertar con la época, fue bien llevada para evitar errores de continuación y de utiliería.
Entrando de lleno a la historia en “1917” el territorio francés fue invadido por alemanes, la trama se centra en Schofield interpretado por George MacKay y Blake encarnado por el histrión Dean-Charles Chapman, los cuales son dos jóvenes soldados británicos, quienes tienen una dura misión, esta consiste en cruzar líneas enemigas, para entregar una contraorden al comandante Mackenzie, en otro batallón, el riesgo recae en el tiempo si estos no llegan ponen en peligro a más de dos mil soldados entre los que está el hermano de Blake.
El punto fuerte de la actuación se nota desde el asertivo casting eligiendo como protagonistas a dos actores pocos conocidos, haciendo más relevante la historia que las personalidades en pantallas, por poner un ejemplo existen películas de bélicas bien desarrolladas pero al tener protagonistas famosos, el espectador espera que todo salga bien al final, punto que lleva a “1917” a un asunto más enigmático llevando al observante a sumergirse más en las secuencias.
En el fondo “1917”, ha logrado mantener un toque humano dentro la narrativa, el filme no se ve invadido por violencia como protagonista.
El largometraje se parece de cierto modo a “Caballo de batalla” de Steven Spielberg, por su toque humano, “1917” muestra la crudeza de la guerra y llevando una línea argumental donde los protagonistas se transforman en héroes involuntarios.
Aunque no es un historia real, está llena de historias contadas por personas de la época, abocando la experiencia, jugando con la ficción y la historia real, cuantos relatos puede salir de los sucesos de una guerra, Sam Mendes y su equipo presentó un filme con esencia dentro de un genero lleno de clichés.

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