Nadie sabe que estoy aquí (análisis cinematográfico)

Cuadro por cuadro Israel Pérez Rivera

Xalapa, Ver., Nadie sabe que estoy aquí es una cinta de origen chileno siendo la ópera prima del director Gaspar Antillo y protagonizada por el actor Jorge García, además, es la primera película original de Chile que realiza la plataforma Netflix.

Esta película fue estrenada durante el Festival de Cine de Tribeca en Nueva York, donde el cineasta ganó el Premio al Mejor Director en Nuevas Narrativas. El guion fue escrito por el director Gaspar Antillo, Enrique Videla uno de los guionistas chilenos más requeridos y la guionista Josefina Fernández encargada de escribir el libreto de diferentes producciones en Chile.

La trama presentada en este largometraje dramático se centra en Memo Garrido interpretado por Jorge García conocido por su papel de Hugo “Hurley” Reyes en la serie Lost, el cual es un hombre introvertido que vive con su tío Braulio (Luis Gnecco) en una granja cerca del lago Llanquihue. Memo es perseguido por su pasado como cantante infantil por lo que sea alejado de la sociedad, sin embargo, al iniciar una amistad con una joven llamada Marta (Millaray Lobos) empezará a salir del anonimato.

Durante su infancia Memo era considerado una promesa del canto y, empujado por su padre, Jacinto (Alejandro Goic), buscó fama en Miami. Sin embargo, debido a su apariencia física un productor decidió que su voz sería prestada a Angelo Casas (Vicente Álvarez) otro chico con mejor aspecto.

 Esta cinta permite que la audiencia desvincule al histrión Jorge García de su personaje amable de Lost, que en su papel como puede expresar mucho con la mirada y la actitud, esto sin tener mucho diálogo. Además, se puede escuchar la capacidad vocal del intérprete cuando canta el tema central del largometraje, compuesto por Carlos Cabezas.

Los 92 minutos de duración son una muestra del paisaje de las locaciones, donde se ve la capacidad y experiencia de Sergio Armstrong en el apartado de fotografía. Mientras que el montaje estuvo a cargo de Christian López y Soledad Salfate, bajo la supervisión de este par hacen que la película tenga un tono frío al inicio, pero al transcurrir se transforma en algo más cálido. Esto puede significar el alivio que vive Memo tras superar sus traumas y problemas del pasaje.

Si bien, este filme no es del todo familiar sirve para ejemplificar el desarrollo personal en cuestión de superar los problemas pasados, el desahogo personal y los sueños son el eje principal en todo filme. El espectador puede hacer catarsis junto al protagonista, ya que algunas situaciones como el desprecio por parte del productor debido a su apariencia llevan a la audiencia a sentir empatía con Memo.

En conclusión, Nadie sabe que estoy aquí hace referencia a su título pues un pequeño talentoso que pudo ser un gran artista fue rechazado por su apariencia un punto fuerte si consideramos que los niños desconocen o no le dan importancia a los prejuicios sociales tiene mucho pesado como película y sirve como un reflejo que debe estar presente en todas las sociedades del globo terráqueo.

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