La isla siniestra (Análisis Cinematográfico)

Cuadro por cuadro… Israel Pérez Rivera

Xalapa, Ver., 25 de mayo 2020; Shutter Island conocida en Latinoamérica como La isla siniestra es una cinta dirigida por el multipremiado Martin Scorsese y protagonizada por Leonardo DiCaprio y Mark Ruffalo, la producción de este filme se basa en la novela homónima del escritor Dennis Lehane publicada en 2003.

La trama del largometraje se enfoca en la investigación en los años cincuentas de los agentes Edward “Teddy” Daniels (Leonardo DiCaprio) y su nuevo compañero Chuck Aule (Mark Ruffalo) en el hospital de Ashecliffe para personas dementes en Shutter Island, isla situada en el puerto de Boston para indagar en la desaparición de Rachel Solando, una paciente que desapareció del recinto especializado teniendo un giro argumentativo.

Esta producción es un acercamiento del cineasta con el género de suspenso con tintes de terror en la cinta, el guión lo escribió Laeta Kalogridis coguionista de proyectos fílmicos como Altered Carbon y Alita Battle Angel mientras que la música y la fotografía estuvo bajo el cargo de Robbie Robertson. Shutter Island es un thriller que envuelve al espectador, el rodaje junto el experto elenco hizo que la historia de Dennis Lehane se colocará en el ojo público.

La cinta tiene influencias de las películas noir, ya que Martin Scorsese basó el personaje de Leonardo DiCaprio en el detective Mark McPherson de la cinta clásica de 1944 dirigida por Otto Preminger, Laura.

El protagonista de este filme recayó en los hombros de Leonardo DiCaprio pues esta cinta ya estaba planeada para realizarse esto después de la grabación de la película del Lobo de Wall Street debido a que el calendario de filmaciones hizo que primero estelarizara Shutter Island.

La psicología manejada en el filme de Scorsese tiene diferentes giros argumentales, los elementos psicológicos o psiquiátricos son las bases del argumento principal.

Al estar ambientada en los años cincuentas una época turbulenta dentro de la rama de la psiquiatría esto porque en aquellos tiempos la psiquiatría se encontraba en plena revolución debido a dos corrientes contrapuestas.

Una corriente se basaba en tratar a las personas con trastornos mentales como prisioneros y aislados de la sociedad, siendo usados en tratamientos que incluían electroconvulsiones o ablación del cerebro, chocando con la corriente que luchaba para evitar este tipo de terapias. La larga confrontación entre ambos puntos de vista de la psiquiatría llevó a que esta especialidad se centrara en la normalización de la vida de los pacientes. Por consecuencia los “famosos” manicomios fueron eliminados en busca de otro tipo de tratamientos, la sugerencia de tratamientos farmacológicos fue lo que terminó por reemplazar tan dudosas terapias de alejamiento social.

Con esto en la mesa podemos introducirnos en los giros argumentativos de la cinta, ya que la mente del protagonista juega en contra del espectador llevando al observante a un desenlace poco predecible.

La mezcla de thriller y psicodrama es atractiva debido a su narrativa en dos tiempos, esto hace que se den destellos del problema que aqueja al protagonista. La psicosis que atormentan al personaje de DiCaprio se presenta en los 138 minutos de la cinta, la perdida de la realidad es un escape para la mente algo común en los pacientes con este tipo de problemas,  la negación es un mecanismo de defensa tanto en pacientes reales como en la cinta.

El filme es cautivante desde su concepción debido a que este  personifica claramente el trastorno mental del personaje Edward “Teddy” Daniels por ende nos lleva a los zapatos de las personas que padece alguna de estas enfermedades.

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