Interesantes acuerdos comerciales entre López Obrador y Donald Trump

Más claro…
Por Felipe Mendiola Parra

Xalapa, Ver., 8 de julio 2020; Hablar de política internacional seguramente es para los especialistas, sin embargo, solo quiero comentar lo que vi en la televisión en los canales que transmitieron la llegada del mandatario mexicano, Andrés Manuel López Obrador, para reunirse con su homólogo de los Estados Unidos, Donald Trump.

Fue un encuentro fastuoso, muy americano, donde prevaleció la cordialidad y el respeto mutuo.

Aunque ambos mandatarios no se dieron la mano por el protocolo de seguridad, que establece la presencia del Covid-19, los dos sonrieron al estar cerca uno del otro. Por cierto, ninguno llevaba cubre boca, pero seguramente las autoridades sanitarias comprobaron que ninguno tiene los síntomas de ese mal.

El motivo principal de la visita fue para poner en marcha los acuerdos del T-MEC (Tratado Comercial de México, Estados Unidos y Canadá), donde el presidente Donald Trump destacó que “Es un gran honor darles la bienvenida a todos ustedes a la Casa Blanca, a mi buen amigo, el presidente López Obrador, de México. Tenemos una relación sobresaliente”.

Continuó diciendo “La relación entre Estados Unidos y México jamás había sido tan estrecha como lo es hoy”.

Por su parte el presidente Andrés Manuel dijo “Con acuerdos como este y con respeto a nuestras soberanías, en vez de distanciarnos, estamos optando por marchar juntos hacia el porvenir. Es privilegi8ar el entendimiento lo que nos une y hacer a un lado las diferencia o resolverlas con diálogo y respeto mutuo”.

López Obrador fue enfático cuando dijo: “Presidente Trump: Como en los mejores tiempos de nuestras relaciones políticas, durante mi mandato como presidente de México, en vez de agravios a mi persona y, lo que estimo más importante, hacia mi país, hemos recibido de usted comprensión y respeto”.

Desde muy temprano de este miércoles, el presidente Andrés Manuel rindió honores a los monumentos de Abraham Lincoln y de Benito Juárez, donde las multitudes lo vitorearon, le gritaron “mi presidente”, “es un honor estar con Obrador” y muchas frases de los mexicanos que radican en la Unión Americana (38 millones).

Desde que llegó López Obrador a territorio norteamericano, su seguridad quedó en manos del Servicio Secreto y, a la Casa Blanca él llegó en una camioneta negra blindada, por supuesto, escoltada por los elementos de seguridad mencionados.

Su traje oscuro, su corbata azul marino con lunares blancos, el aplomo con que habló y se condujo, fue de mucho nivel y después de la firma del Tratado, esbozó una ligera sonrisa de satisfacción. Había logrado otro éxito. Más claro ni el agua.

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